27 julio, 2011

:: CLORACiÓN DE PISCINAS ::


            > Cloración con cloro vs. Cloración salina
 

 Como todos sabemos, la cloración de las piscinas es un proceso necesario para el buen mantenimiento del agua. Aunque hasta ahora el cloro había sido el desinfectante por excelencia, se debe ser muy cuidadoso en su aplicación
ya que puede convertirse en una arma nociva para los bañistas.


El proceso de cloración de las piscinas puede llevarse a cabo a través de 
distintos procedimientos: el uso de cloro en polvo, en tabletas, liquido o 
mediante cloración salina. Siendo este último el más recomendable de 
todos ya que mejora la calidad del agua simplemente añadiendo sal
(NaCl, cloruro sódico). Se puede decir que la sal es un antiséptico natural 
que reduce los problemas típicos que a menudo provoca el cloro 
(irritaciones en ojos, oídos, nariz, piel …). Solo con una séptima parte de la salinidad del agua del mar (similar al suero fisiológico) ya se consiguen 
ventajas muy significativas. También el contenido en yodo de la sal favorece
el bronceado y la recuperación de enfermedades de tipo dérmico.


La cloración mediante cloruro sódico es un proceso compuesto por dos elementos, por un lado la célula de electrólisis que se conecta a la salida del
filtro de la piscina y un cuadro eléctrico que controla su funcionamiento, 
estos aparatos son de fácil instalación y utilización. La cloración de piscinas lograda únicamente con cloro convencional puede llevar el PH del agua a 
niveles inferiores o superiores del aconsejado, sin embargo con los cloradores salinos, el nivel sólo subirá pero puede ser regulado más fácilmente. Su acción desinfectante es la misma que la del tradicional cloro en tabletas o gránulos, pero se obtienen beneficios más considerables ya que no corremos el riesgo de sufrir irritaciones.



- CON SAL:
 La cloración mediante el uso de sal, consiste en una simple reacción de electrólisis a partir del agua de la piscina con un contenido en sal muy bajo, unos 4-6 g/l, similar a la lacrimal del ojo humano. Se obtiene una especia de cloro en la reacción que luego se combina con el agua para dar ácido hipocloroso, el principal desinfectante del agua; este sistema puede llevarse a cabo en todo tipo de natatorios, domésticos, industriales, deportivos, con cubiertas, etc
Las ventajas son principalmente sanitarias ya que además de reducir las irritaciones o alergias, no comprometemos las vías respiratorias.

Los científicos y técnicos concluyen que las patologías típicas del cloro tienen lugar cuando el cloro reacciona con sustancias como la transpiración, aceites solares, secreciones mucosas u orina. En países como Australia desde hace más de 30 años el 95% de las piscinas son depuradas mediante la cloración salina. 
La cloración de piscinas puede realizarse utilizando diferentes métodos, productos y técnicas, pero antes de optar por alguna de ellas debemos considerar cuál será la más económica, efectiva y beneficiosa para la salud además de un importante ahorro en productos químicos.


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                                                                                                                               I.L.